Hola Jonatan, gracias por pasarte por Commodore Spain. Es todo un honor tenerte aquí y queremos aprovechar para conocerte un poco mejor (si cabe), y al mismo tiempo saber más sobre tu primera obra, “Commodore Odyssey 1977 – 1985” Así que bienvenido y empezamos.
Jonatan Jiménez con su libro “Commodore Odyssey 1977-1985”
Jonatan. La primera pregunta lógicamente va sobre tu persona, ¿Cómo llegó Commodore a ti? Algo especial tendría para marcarte y ahora con el paso del tiempo nos hayas regalado esta obra.
Pues Commodore llegó a mi vida con el C-64. Hace más o menos 35 años solía pasar las tardes del domingo jugando en casa de un primo mío y un buen día un vecino apareció diciendo que tenía un nuevo ordenador. Llenos de curiosidad, nos acercamos a verlo y comprobamos que era un ZX Spectrum, un “gomas”. Nos maravilló verlo funcionar, los colores en la pantalla y sus juegos. Pero poco después a mi primo le compraron un C-64 y cuando escuché el sonido del chip SID por primera vez, ya no quise otra cosa. Mis padres hicieron un gran esfuerzo para comprarnos ese primer Commodore a mi hermano Toni y a mí, con el que llenamos horas y horas de buenos recuerdos. Nuestra historia con la marca pudo continuar cuando unos años después llegó a casa un muy deseado Amiga 500.
Como toda historia, momento o en este caso libro, tiene un principio. ¿Pero cómo te decidiste a hacer este proyecto? y por supuesto sabemos que te has apoyado con más gente para llevarlo a cabo. ¿Quién más está detrás del libro?
Realmente la decisión viene dada por una cadena de coincidencias. Hace unos años, empecé a recuperar la pasión por Commodore gracias a iniciativas como la tuya, con Commodore Spain, o gente que le ha seguido dando vida al retro con programas que entonces escuchaba, como Constelación Commodore o El Mundo del Spectrum, y más tarde me hizo mucha ilusión saber del evento Explora Commodore. Todo esto me llevó a trastear de nuevo con equipos y a implicarme más y más en revisar documentación antigua de Commodore, al principio por pura afición. Compartía estos momentos con Jose Luis Eguía, amigo y compañero de aventuras desde la universidad, y fue a través suyo y de su mujer, Ruth Contreras, que acabamos contactando con la editorial Héroes de Papel y se hizo real la posibilidad de hacer un libro. Así empezó todo.
Jose Luís Eguía, coautor de “Commodore Odyssey 1977-1985”
Al principio nos íbamos a centrar solo en el Commodore 64, con un corte más amplio que pudiera llegar a abarcar incluso una parte de juegos homebrew pero también con una parte histórica y un aire más nostálgico. Pero la editorial propuso reorientar el proyecto hacia la historia completa de Commodore, centrándose en ser un texto más propio de una colección técnica y con edición en blanco y negro. Creo recordar que cuando el libro estaba ya avanzado, la editorial constató que por el perfil que iban adquiriendo los capítulos y las imágenes que se podían incluir, podría ser más interesante hacer una edición para un público más amplio a todo color y ahí es cuando Commodore Odyssey toma su forma definitiva.
A parte de Jose Luis, que aportó muchas ideas de la estructura y el rigor y enfoque más académico del texto al estar ligado a la actividad universitaria, un pequeño equipo de amigos ayudó con la revisión: Hernando Reyes, ingeniero informático para la parte técnica, José María Buitrago, educador, productor musical y técnico de sonido para las partes relacionadas con audio y David Collazo, filólogo, para la revisión ortográfica y gramatical, consultas de traducción y estilo. Y por supuesto, no puedo olvidar tu ayuda, Javi, con algunos apuntes muy valiosos y ese momento mágico en el que accediste a escribir un prólogo para el libro. Un gran agradecimiento a todos por la ayuda recibida.
Otra de las cosas que suele pasar es que en nuestra cabeza tenemos una idea, pero el resultado final suele ser otro. No sé si ha sido tu caso, de todas formas, ¿Te gusta el resultado?
Jajaja ¡cierto! A nivel de contenidos, hubo que ajustar un poco la cantidad de información que se incluía porque en una primera redacción el texto se excedía en el límite marcado por la editorial en unas 40.000 palabras (parecía más un tocho académico que otra cosa), así que tocó recortar y aplicar algunas soluciones ingeniosas para comprimir más el texto, como la inclusión de tablas técnicas. En cuanto a la maquetación, la verdad es que he de decir que cuando finalmente tuve el primer ejemplar físico en mi mano, me maravilló la calidad que transmitía y lo atractivo de la edición definitiva. Ese fue el mejor colofón y sí, en ese sentido estoy muy contento con el resultado.
Ahora que ya sabemos un poco más de como se ha forjado el libro, vayamos con él. Así que bajo tus palabras ¿Qué vamos a encontrar en Commodore Odyssey, o dicho de otra forma hacia quién va dirigido su contenido?
Pues aunque parezca lo contrario, la voluntad ha sido adaptar en lo posible el texto para que resulte atractivo tanto para un aficionado retro como para un lector más casual, que apenas esté familiarizado con esta temática. En ese sentido las tablas técnicas eran una solución con doble funcionalidad: comprimir más el texto permitiendo abarcar más contenido y facilitar la lectura a la persona que no está tan interesada en estos datos, pudiendo obviarlos sin perder el hilo conductor. Por otro lado, en ocasiones se explican conceptos técnicos que seguramente aficionados al retro ya conocen, pero estas aclaraciones van sobre todo dedicadas a ese lector casual, para facilitar también su llegada a un público más amplio.
La verdad que el libro presenta toda la odisea que tuvo que hacer la marca Commodore desde 1977 hasta 1985, pero también sabemos que tú tuviste tu particular odisea. Y al igual que Commodore en algún momento la cosa pintaba mal. ¿Qué pasó con el libro mientras lo estabas haciendo?
Copia de la denuncia del robo del libro presentada en comisaría
Los últimos días de octubre de 2018 estaba preparando ya el tramo final del texto dedicado al Amiga y calculaba que me quedaban unas pocas semanas para tener completado el primer borrador. Iba a un ritmo frenético, hacía mi jornada laboral, llegaba a casa y me ponía con el libro, dormía un poco y vuelta a empezar. Un día me fui a trabajar como siempre, pero al volver me sorprendió ver unas maderas en el rellano de mi piso… para mi horror lo siguiente fue descubrir que esas maderas eran en realidad los restos del marco de la puerta de casa y que desgraciadamente me habían robado. Entre otras cosas, los ladrones habían destrozado la caja de mi Commodore 128 y lo habían dejado a medio sacar (parece que pensando que en su interior no podía haber un viejo ordenador, sino algo más moderno) y por supuesto se llevaron mi viejo portátil de trabajo con todos los pendrives que vieron por casa, que incluían todas las copias de seguridad actualizadas del libro y un banco enorme de fuentes de documentación digitales acumuladas durante años. Por aquel entonces no solía guardar nada en la nube hasta que Jose Luis hacía uno de sus exhaustivos repasos, y eso supuso perder todo lo escrito hasta el principio del capítulo del C-64 (o lo que es lo mismo, al menos un 40% del libro, quizás más). No sé si los ladrones se aficionarían al retro después de eso, pero parece que por desgracia esa primera versión del libro se perdió para siempre.
Poco después fui a denunciarlo como corresponde y no pude evitar incluir en la denuncia la obra robada con el título que tenía entonces “Commodore Legends (1978-1985)”. Como anécdota quedaría así en el registro policial.
Este es el ordenador robado. Si alguien lo encuentra que avise 😉
La suerte que tengo es que estoy rodeado de muy buenos amigos y familia y me apoyaron mucho en ese trance. Jose María Buitrago (que revisaba los textos relacionados con audio) y su mujer, Patricia Delgado, me invitaron a su casa y me sorprendieron regalándome un portátil con el que poder seguir el trabajo rápidamente. Gracias a eso, en apenas una semana estaba retomando el texto desde la última versión conservada, y calculo que al menos unas 10.000 palabras se escribieron ahí antes de poder disponer de otro portátil que pudiera adquirir por mí mismo. Además, desde entonces tengo la costumbre de colgar en la nube la última versión de trabajo y en cuanto a los backups de fuentes y texto… ¡los guardo al menos por triplicado!
Como es normal, todos estamos influenciados por lo que nos rodea, al igual que tú fuiste influenciado por Commodore, Commodore también fue influenciado por el entorno. Esa forma de presentar a la marca de una forma globalizada y no independiente es algo que daría mucho trabajo, ya que nos presentas la historia dentro del contexto sociocultural. Así que ¿Habrás buscado hasta debajo de las piedras para conseguir reunir toda esa información? ¿Cómo es ese proceso?
Sí, realmente esta es una de las partes más interesantes y espero que diferenciadoras de Commodore Odyssey. Eso se debe a que tanto Jose Luis como yo hemos tenido una formación que iba más en esta línea. Precisamente, Jose Luis aportó la idea de analizar la marca desde el contexto sociocultural y de igual manera comentó que podríamos complementar este análisis con muestras publicitarias en diferentes países. A partir de ahí comienza un trabajo de ver no sólo cómo eran estas propuestas publicitarias y los productos que se gestaban en el seno de la compañía, sino la razón por la que esto era así y el entorno en el que se lanzaban. En este sentido las propuestas de la competencia también pensamos que debían aparecer en el libro, ya que Commodore en muchas ocasiones parecía plantear sus productos y lanzamientos para diferenciarse de esta competencia o directamente para atacarla de una forma muy agresiva, algo que parece muy alineado con la forma de pensar casi militar y el liderazgo en esta primera etapa de Jack Tramiel.
En cuanto al proceso, esto suponía por un lado buscar publicidad de la marca en cada etapa, modelo, o país, artículos referenciados de la época o documentación de la compañía, pero también de la competencia y al mismo tiempo información relativa al entorno sociocultural del momento. Al final, curiosamente, los conceptos generales encajaban bastante bien y a veces incluso encontrabas referencias inesperadas que aún le daban más solidez al conjunto.
Hay gente que se preguntará porqué 1977 a 1985 ¿Y el resto de años?¿Hay algún plan futuro de continuidad? Sabemos que el 85 fue otro de los puntos de inflexión de Commodore, llegaba el Amiga. ¿Qué nos puedes contar?
Uno de los borradores de trabajo de Commodore Odyssey 1977-1985
Efectivamente, esto fue idea de la editorial. Al dejar de lado el proyecto inicial centrado solo en el C-64 y abarcar toda la historia de la compañía, vimos que era imposible cerrarlo en un solo volumen, así que se decidió dividir el contenido en dos partes. La elección de cortar en el 85 fue precisamente para poder incluir el inicio de la era Amiga, que es un modo estupendo de enlazar ambos libros con otro modelo legendario. Ahora bien, esta fecha es en general orientativa, ya que, lo mismo que en algún momento de este libro se apunta a veces a sucesos o hechos posteriores para completar de forma lógica ciertos pasajes, veréis que en la segunda parte de Commodore Odyssey también se retrocederá a puntos anteriores para explicar mejor algunos temas. No se ha hecho un corte limpio porque parecía más coherente y natural para la lectura.
Hablando estrictamente del segundo volumen, su esqueleto se iba confeccionando casi a la par que se escribía el primero, solo que apenas estaba desarrollado y sigue siendo susceptible de muchos cambios. Este verano aproveché las vacaciones (como viene siendo habitual los últimos años) para darle un empujón y empezar a cerrar más la estructura, escribiendo algunos de los temas “enlace” con el primero. Con el lanzamiento de la primera parte lo he parado un poco y ahora espero retomarlo en 2021, aunque dudo mucho que no empiece a tener una forma casi definitiva hasta 2022, al menos.
Una de las cosas que más nos llamó la atención es la forma en que nos presentas la historia. Ese enfoque desde el entorno cuesta mucho de hacer y en el libro lo habéis conseguido plasmar perfectamente, pero me imagino que se habrán quedado muchas cosas en el tintero ¿Se ha quedado algo por publicar o algo que tal vez te hubiera gustado remarcar?
Sí, ¡por supuesto! Como al principio tenía un aire excesivamente académico y se profundizaba mucho más en temas de contexto, se perdía algo de la esencia Commodore, así que hubo que sacrificar contenido que quizás en otro proyecto más generalista pudiera tener cabida. A nivel de la propia marca también hubo algunos temas que parecían susceptibles de reflejar más debate o de profundización que no se detallan en exceso en el libro porque se saldrían mucho del hilo o pondrían el acento en otros puntos, desequilibrando el conjunto. Así que sí, me hubiera encantado poner aún más material, pero entonces creo que hubiera resultado un libro excesivamente pesado de leer.
A nivel personal, pienso que es apasionante ese momento mágico en el que todos eran pioneros y estaba todo por hacer, en el que la informática deja de ser algo elitista para ser de dominio público, eclosionando una nueva categoría de entretenimiento que hoy en día se empieza considerar cultura (con un reconocimiento aún tardío en algunos países) y aplicaciones y tecnología doméstica que fundamentan muchos de los logros que hoy en día nos identifican como sociedad y que nos hacen la vida mejor. Creo que nos podemos aproximar a ese momento de auténtica revolución desde múltiples enfoques, lo que también puede seguir dando lugar a nuevos contenidos relacionados con esta temática.
El diseño y la estructura del libro está muy cuidado, tiene detalles muy elaborados ¿Qué nos puedes decir sobre ese diseño, las fotos, la estructura?¿Es cosa tuya o como lo habéis hecho?
El diseño del libro y la forma y mérito de maquetarlo es de Domi Vakero, que efectivamente hizo un estupendo trabajo. Las referencias a la explosión del color que aporta la irrupción de los ordenadores domésticos como los Commodore y al paso del tiempo con esas ondas que ilustran la cubierta, están ahí por idea suya. Pero también es verdad que Isaac López de Héroes de Papel, fue muy amable haciéndome partícipe en diferentes fases de diseño y pudiendo dar mi opinión en temas como el empleo de algunas tipografías o detalles gráficos.
Logotipo dibujado con “Advanced Arts Studio” por Jonatan para la chapa regalo de la editorial
En cuanto a las imágenes, hay fotografías de modelos Commodore que tengo en casa o escaneos de documentación propia, pero también fotos de medios externos referenciados y anuncios de publicaciones de entonces. Para las que no eran mías, nos repartimos el trabajo de restauración y edición José Luis y yo. En algunos casos estamos especialmente satisfechos por haber podido restituir a su concepción original algunos anuncios de la época difíciles de apreciar en plenitud, como uno que se hizo a doble página en Estados Unidos del primer Amiga y que frecuentemente se encuentra mal encuadrado o con pésima calidad. También el primer anuncio del Commodore PET en España que muy amablemente nos facilitaste a través de comunicación con el director de Microelectrónica y Control en 1978, Carlos Doménech. Ha sido una oportunidad fantástica y muy de agradecer para que material tan valioso como este quede restaurado y en papel impreso.
Sobre la estructura, nació de un debate sobre cómo hilvanar la secuencia histórica de la marca. Al final parecía más atractivo que cada capítulo lo presidiera la máquina Commodore que destacaba en cada momento y sobre la que se podía destacar una “leyenda” o hito. De ahí que el título original de la obra fuera “Commodore Legends”. Posteriormente, parte de esta idea quedó como un vestigio arqueológico en el diseño definitivo manteniendo estos hitos tras la presentación del modelo que preside el capítulo.
Finalmente unos pocos gráficos incluidos en el texto fueron retocados o diseñados directamente por mí, como un logotipo de Commodore dibujado con el programa Advanced Arts Studio de Commodore 64 que además se utilizó para la chapa que regala la editorial si compráis el libro en su web (junto con un punto de libro y pegatina). ¡Ese píxel es auténtico de Commodore 64!
¿Supongo que a la hora de buscar información te habrá costado recopilarla? Por desgracia en español no hay mucha (y lo sabemos de buena fe) Pero tras el resultado podríamos decir que el libro se puede convertir en un referente para buscar datos, curiosidades e información sobre la historia de Commodore en español. Desde luego nos parecería lo más lógico y razonable 🙂
Ojalá. ¡Muchas gracias! Recopilar la información realmente fue una cuestión de muchas horas de leer artículos y publicaciones de diferentes épocas y países y sobre todo de no desviarnos del hilo conductor (a veces es fácil despistarse). También de contrastarlo con publicaciones más recientes o entrevistas en diferentes medios con el paso de los años. Aunque me costaría calcular el número de horas (una barbaridad, sobre todo porque al perder el material robado hubo que recuperar montones de datos), la verdad es que por ser un tema tan apasionante el problema real para mí era no poder disponer de más tiempo libre para dedicarle.
Y sí, que hubiera una historia de Commodore en español era uno de los principales objetivos de este libro. Es relativamente fácil encontrar toneladas de información en otros idiomas (especialmente inglés), pero hay poco editado en español comparativamente hablando a pesar de que era una de las marcas de referencia del momento (también aquí). Sería muy bonito que este proyecto sirviera para aportar nuestro humilde granito de arena y que mucha gente se animara a conocer más sobre la historia de esta legendaria compañía por este motivo.
¿Hay alguna curiosidad que te gustaría destacar en el libro? Y ahora desde un punto de vista más personal ¿Hay algún momento en la historia de Commodore que te llamara particularmente la atención, algo que dijeras “¡Ostras!”?
¡Buf! ¡Pues muchos! Soy fácilmente impresionable cuando hablamos de las maravillas de la historia de Commodore y de la retro informática. Sinceramente, y por poner algún ejemplo, no conocía la historia del Commodore 900 y fue muy interesante rastrear el origen del proyecto o las alusiones al desconocido MOS 65000. Además, plantea unos interrogantes muy sugestivos sobre lo que hubiera podido suponer que Commodore hubiera dispuesto de fondos para mantener esta línea de producción al mismo tiempo que la de Amiga. En el plano anecdótico, el tropezón fortuito con la mención en BYTE del Commodore 4500 de 4 bits también me llamó mucho la atención por lo extraño. Tampoco tenía una idea clara de la cantidad de prototipos que se quedaron en el camino y variantes poco conocidas de sus modelos principales. Poder investigar y reflejar todo esto en conjunto da una idea de la calidad y cantidad de ingenio que pasó por la compañía, en muchos casos proponiendo productos que estuvieron demasiado avanzados a su época. También hay decisiones que resultaron increíblemente nefastas, pero por esa razón la historia de Commodore es tan interesante, es como una buena serie de HBO o Netflix.
Ahora que te has metido de lleno en el mundo retro y has entrado con paso firme, ¿Qué has encontrado?¿Cómo ves el presente? ¿Y desde luego cómo ves el futuro en el retro y en especial con Commodore?
He encontrado muy buena gente, siempre dispuesta a ayudar, que desarrollan nuevo hardware, nuevo software, que organizan eventos fantásticos, que preservan el legado y que en definitiva, le siguen dando vida a estas máquinas. Solo puedo estar enormemente agradecido por lo encontrado y admirado de tanto trabajo en tantos frentes.
El presente me ha parecido alucinante por el nivel y calidad de nuevos proyectos que se siguen ofreciendo, el único punto negro es el parón que ha supuesto también aquí la irrupción de la Covid, que ha frenado los eventos físicos. De todas maneras y aunque a veces es complicado, estoy intentando disfrutar de este presente sacando algo de tiempo para probar en primera persona los proyectos y novedades que han ido apareciendo.
En cuanto al futuro, me gustaría pensar en la posibilidad de que el retro no solo vaya rescatando a gente como yo (que estaba un poco desconectada), sino que vaya incorporando a nuevos grupos como gamers de generaciones diferentes o a gente que esté interesada en la historia y el origen de la informática en general y de Commodore en particular, así como en la evolución y el impacto en nuestra sociedad que han supuesto compañías como esta, videojuegos, software de gestión, etc. Personalmente quiero creer que es plausible, de la misma forma que a mí a nivel personal me ha interesado saber de la historia anterior a mi propia época para entender mejor nuestra realidad actual.
Por último solo nos queda (y me queda) felicitaros por el buen y gran trabajo que habéis realizado. Nos hacía falta una obra de este calado escrita en español. Una obra que nos sirviera de consulta, de referencia o simplemente como mera curiosidad histórica con ese punto de vista desde el entorno sociocultural, donde podemos ver como el cine o la televisión también influyen en las empresas y el mercado internacional con el resto de agentes hace variar sin querer o queriendo a las empresas, en este caso a Commodore. Así que MUCHAS GRACIAS por esta maravilla en la que además he podido participar con mi granito de arena en tan impresionante escrito.
Muchas gracias a ti, por tu ayuda, predisposición y por invitarme a comentar el libro aquí en Commodore Spain. ¡Un sueño hecho realidad!
Entrevista realizada por Javier C. (Commodore Spain).