Card Sharks
En 1988 había muchos juegos de poker en el mercado para Commodore 64, pero casi todos compartían una misma característica: el juego era lo de menos y el objetivo principal pasaba por conseguir que una señorita fuese quitándose prendas. Títulos como Hollywood Poker y su secuela Hollywood Poker Pro, Samantha Fox Strip Poker o Maria’s Xmas Box encajaban en este estilo. Más allá de su evidente reclamo comercial, el juego no solía ir más allá del típico poker de cinco cartas con descartes, en el que una limitada inteligencia artificial no suponía un gran reto. Ante el evidente vacío en el género, Accolade, empresa que había conseguido un gran éxito de ventas para la plataforma en 1986 con la adaptación del Shoot ‘em Up Ace of Aces y que parece estar de vuelta con una nueva entrega de Bubsy, desarrolló y distribuyó el primer título que se puede considerar un auténtico simulador de partidas de cartas: Card Sharks.
A los mandos, Mike Lorezen, un artesano de la casa que había formado parte de la adaptación a Commodore de la segunda entrega de Pitfall, el clásico de Atari que todavía se mantiene con vida en plataformas móviles. A la hora de enfrentarse al diseño de Card Sharks, Lorezen se propuso dos metas claras: ofrecer el mayor número de tipos de juego y crear unos rivales creíbles, con distintas personalidades y estilos. En cuanto al primer punto, el menú de Card Sharks nos ofrece tres tipos de juego distintos: poker, corazones y blackjack, nada fuera de lo común, puesto que simuladores de casino como Monte Carlo Casino ya contaban con una oferta similar. Y, realmente, no encontraremos grandes novedades en el apartado de corazones o blackjack; lo realmente innovador de este juego aparece al seleccionar la opción de poker.
La primera sorpresa aparece en forma de un menú de variantes de juego. Tenemos, por supuesto, el poker cerrado de cinco cartas, pero también otras dos opciones: Seven Card Stud y Texas Hold’em. Este juego se adelantó en más de veinte años al boom del poker online que vivimos hoy en día, en el que las grandes casas centran su oferta en esta última variante. La segunda novedad nos la encontramos en una pantalla de selección de rivales, en la que podremos elegir tres de entre seis oponentes con los que enfrentarnos. Cada uno cuenta con su propio nivel de juego y estilo, pero lo más diferenciador son los comentarios con los que nos deleitarán mientras se desarrolla la partida.
Cada uno de ellos cuenta con un diseño al estilo ‘cartoon’ bastante conseguido -obra de Mimi Doggett (que participaría en el clásico Jurassic Park The Game de 1993) y Richard Antaki- y ocupan gran parte de la pantalla, lo que nos deja un buen número de animaciones bien definidas y con cierto sentido del humor, aunque hoy las encontremos algo inocentes. Personajes genéricos como Luigi, Lady y Milton se unen a un trío bastante más reconocible: Gorb, Maggie y Ronnie. Basta con un vistazo rápido al vídeo que cierra estas líneas para entender que su parecido con ciertos personajes reales va más allá de la coincidencia.
En cuanto a la dificultad que plantea la IA del juego, está a años luz de los títulos que comentamos al abrir este artículo y, en ocasiones, sorprende con un patrón de juego coherente por parte de nuestros rivales que nos exige, como mínimo, cierta atención. De lo que no hay duda es de que nos encontramos con un referente para su época, al mismo tiempo que evidencia el nivel del trabajo de Mike Lorezen a la hora de condensar todas las lógicas del juego para ajustarse a una capacidad muy reducida, tanto computacional como de almacenamiento.
En resumen, si te gustan los juegos de cartas y quieres llevarte una sorpresa con un software que, pese a los años, todavía se mantiene a la altura, Card Sharks te está esperando.
VIDEO DEMO DEL JUEGO: